Estudiante de ciencias de la comunicación en la universidad católica, completando el 50% de la carrera, Ana Torres, de 25 años, demuestra el sacrificio y la perseverancia día a día, con total entrega a sus estudios y al rol más importante en su vida, ser mama.
Con apenas 21 años de edad, Ana Verónica interrumpió sus estudios en el 2015 al salir embarazada. Sin importar su corta edad, su madurez y positivismo siempre la ha hecho destacar, fue así, que emprendió su gran desafío de seguir estudiando aun con la responsabilidad de cuidar a su hijo. Equilibra su tiempo a la mitad, dedicando una parte a la universidad, a la cual asiste en un horario matutino, y por el restante del día se esmera en tener tiempo de calidad con su pequeño. Aprovecha las noches, cuando su hijo duerme, a realizar tareas pendientes y a estudiar.
“Mi hermano me paga la universidad, mi mama me ha enseñado a salir adelante ya que también es madre soltera, y me ayuda a cuidar a Ian cuando no estoy, y pues Noel, el papa del niño, le da todo económicamente aparte de estar con él los fines de semana o cuando no se encuentra de viaje” expreso Ana, satisfecha del rol que cada una de las personas cercanas a ella, desempeñan en su vida y la de su bebe.
Nos compartió el gran cambio en su actitud y la manera de ver la vida. De pensar e importarle solamente sus propios intereses, hoy en día, vela por el bienestar de Ian Sebastián, las necesidades y felicidad de él van en primer lugar. “Solo espero poder darle la mejor calidad de vida para que sea muy feliz”. Claro, ahora tiene una motivación más grande para triunfar, lograr graduarse y conseguir un trabajo prospero.
Ana lleva una vida agitada pero muy feliz, es sociable y entregada en todo lo que emprende. Todo un ejemplo a seguir para muchos. Compartió como es su vida y como la visualiza en un par de años. En su tiempo libre, “Los viernes y jueves, nos reunimos con mis primas y ciertas amigas para jugar futbol en las canchas del YIP, es como un momento de relajación, a veces hasta ajustamos para una carneada. Otras veces, salimos en la noche con mis primas a bailar”. Le preguntamos cómo visualiza su vida en un par de años y nos contestó, “Trabajando, dándole una buena educación a mi hijo, meterlo a clases de futbol porque me encanta ese deporte, quisiera alquilar un apartamento para independizarme y tengo como meta obtener un transporte propio.”