La serie catalana Merlí, tiene un concepto bastante interesante, eso sí, no es para agradarle a todas las personas pero sí que se basa en problemas comunes que cualquier persona puede atravesar. Abarca temas de la vida, problemas de los alumnos en sus relaciones personales y con sus familias, y la vida algo complicada de un profesor de filosofía, el cual tiene una personalidad autentica y arrogante. Serie en la cual se observa la gran influencia de los docentes en la vida personal de sus alumnos y la gran motivación que pueden llegar hacer si su método de enseñanza es efectivo. Los problemas se desarrollan capitulo tras capitulo, y la trama a su vez se vuelve más interesante.
Cada personaje simboliza algo completamente diferente, desde los problemas de un adolecente homosexual que teme la reacción de sus amigos por su orientación sexual hasta una madre adolecente algo desinteresada en su reputación. Merlí Bergeron, interpretado por Franscesc Orella, es un personaje con una gracia, con su manera sarcástica de hablar, bastante sinvergüenza cuando se encuentra en desacuerdo o cuando quiere conseguir algo. Un maestro amante de la filosofía que observa la vida y su esencia tal como es, un hombre el cual su papel de papa le ayudo para acomodar muchos aspectos de su vida. El famoso Pol Rubio, un joven popular, guapo, sufre por su poco ingreso económico y el cual sin saber, se convierte en el aprendiz de Merlí y le ayuda a descubrir su amor por la filosofía y también a descubrir a la persona que le hará verdaderamente feliz. Bruno Bergeron, homosexual, hijo de su maestro de salón, amigable, enamorado, el cual a través de la serie su relación con su padre se vuelve estrecha y le ayuda a convertirse en una persona muy alegre. Ivan Blasco, un chico cohibido, acomplejado, raro. Lucha consigo mismo, el cual con la llegada de Merlí, vuelve al instituto, su autoestima regresa y se convierte en una persona con un corazón listo para ayudar. Tania Illa interpreta un rol muy bonito, como la chica gordita del salón, pero también la más linda y amigable, por lo cual muchas veces sus compañeros se aprovechan y quien sufre por no haber nunca vivido una historia de amor. Esto cambia según el desarrollo de la serie, y ella logra madurar y obtiene un final feliz. Marc Vilaseca, un personaje que cumple su rol de hermano mayor a un niño un poco rebelde en la escuela, sufre por la ausencia de su padre y asume la responsabilidad como el hombre de la casa, y logra descubrir y desarrollar su talento y dedicación por el teatro. Gerard Piguillem, un chico con estabilidad económica, consentido, presumido, miedoso, incapaz de hacer sus cosas sin ayuda de su madre, el cual después de unas temporadas logra esa independencia y representa el típico compañero tímido de la clase. Monica de Villamore, personaje carismático, nueva en el instituto y logra integrarse rápido, demuestra su sensibilidad y una chica sociable. Berta Prats, a través de la serie se auto descubre su carácter, chica guapa la cual es deseo de todo chico en el instituto, muy creativa y logra convertir su carácter en alguien respetada y fuerte. Joan Capdevila, demuestra el estudiante estrella, aplicado, con la familia perfecta y con un futuro asegurado al éxito, el cual termina siendo así pero atraviesa muchas pruebas, incluyendo una faceta de rebeldía hacia sus padres luego de un desamor. Oliver Grau, chico extrovertido que ve la vida como lo más hermoso, logra independizarse de sus padres y descubrir la verdadera amistad. Y Oksana, una chica adoptada, madre adolecente y despreocupada, lucha con su reputación de mala madre y aprende de sus malas decisiones para al final convertirse en una madre ejemplar y buena amiga.
Todos, envueltos en un círculo de amistad, amigos de colegio del instituto Àngel Guimerà, crean una trama de la cual muchos adolescentes pueden relacionarse. Cada uno de ellos va madurando en cada temporada de la serie. Una trama que demuestra al público la vida sin surrealismos. Lo más bonito y real de la serie es que deja un aprendizaje de unión y de amor increíble, y enseña que la muerte es tan inesperada como esperada por los seres humanos. La vida misma, lo único que tenemos asegura es eso, la muerte. Un escenario que demuestra que no todos los finales son felices al 100% pero que cada circunstancia que se dio en el camino ayuda a formar el carácter y el futuro de cada persona.