El sol ardiente del medio día calentaba toda la Basílica de Suyapa que a dos días de festejar el aniversario 272 de Nuestra Patrona la Virgen de Suyapa, se apreciaba a cientos de feligreses, llenos de fe, provenientes de todas partes de Honduras, esperando con ansias celebrarle por lo alto un año mas desde su hallazgo.
Cada 3 de febrero, la Basílica menor se convierte en casa de acogida para cientos de hondureños que junto a sus familias llegan a visitar a la virgen de Suyapa, preparados para rendirle tributo por el cumplimiento de sus promesas y otros, en suplica de un milagro.
Este año para la gran celebración de la Virgen de Suyapa, el chaleco anaranjado representativo de la Comisión Permanente de Contingencias (COPECO), destaco por todos lados del lugar. Dicha organización se encargo de elaborar un plan de contingencia desarrollado en dos meses, para brindar seguridad a los hondureños. Se esperan alrededor de 1.5 millones de feligreses católicos para el festejo de la Patrona de Honduras. Protección civil de COPECO esta preparada para ofrecer ayuda a las personas con discapacidad y demás, a poder facilitar el acceso hasta la basílica de Suyapa.
A través de una asociación con despacho de la primera dama, Ana García, se dio servicio de alimentación y medico a los miles de feligreses que viajan por medio de excursiones u otras. En este aniversario, se le ha dado también la oportunidad a los estudiantes del Instituto Nacional de Formación Profesional (INFOP), como parte de un voluntariado, ofrecer su servicio en las diferentes actividades para las personas en este evento masivo.
“Asegurar el traslado de las personas y que sean bien atendidas es nuestra prioridad, estamos instalados desde el 31 de enero hasta el 3 de febrero con ayuda de la Alcaldía de la capital, la Policía Nacional... Somos más de dos mil miembros activos cumpliendo nuestro deber de atender a las personas en esta movilización de un horario de siete a nueve de la noche, excepto el día de la alborada que estaremos 24 horas” comentó satisfecha Yancy López, Jefe de Operaciones de COPECO.
En los alrededores de la Basílica, se podía observar los llamados “campamentos de la fe”, pequeñas tiendas de campaña donde las personas se hospedan hasta el día de la Alborada. Las voces y risas de los niños acompañaban el ambiente agradable en el lugar, donde muchos disfrutaban de la zona de juegos de las recreo villas y otros esperaban un poco inquietos al lado de sus padres, quienes hacían las largas filas para un corte de cabello o una consulta medica gratis.
Los feligreses esperaban pacientemente en la fila para pedir su alimentación. Entre una de las personas que recibía su comida, se encontraba una señora de la tercera edad, quien sentada en la cera bajo una sombra, comenzaba a comer pero también lagrimas rodaban por su rostro. Era la primera vez que asistía a la celebración de la virgen de Suyapa sin su esposo, quien falleció de un infarto recientemente.
Dentro de la Basílica, los feligreses se acercaron a La Morenita, que se encuentra pegada a un marco de oro con adornos de rayos de luz y estrella en la parte superior y vestida de hermosas vestiduras de seda y plata. Con los corazones llenos de ilusión, los feligreses acuden a dar sus ofrendas por su enorme devoción hacia ella.
Entre los creyentes se encuentra a la señora Araceli Orellana procedente de San Antonio, Cortes. Tras ocho horas de viaje desde su lugar natal, vino a la capital a cumplir una promesa a la virgen de Suyapa.
Con una niña en manos y una sonrisa, hacia la fila esperando llegar a ponerle una veladora a la Morenita, que le concedió el milagro de ser madre. El ímpetu y las ansias de ver a la patrona llenaban el rostro de esta humilde mujer que resaltar entre todas las personas devotas que se encontraban en la Basilica de Suyapa. Con las pertenencias de su hija y su rosario siempre con ella en mano, se observaba la fe superando el cansancio sobre una fiel creyente a los milagros de nuestra Señora de Suyapa
.“Le doy gracias a la virgen por darme el regalo mas lindo de mi vida, a mi hija,” exclamó de felicidad la señora Orellana.
Apoyada en un barandal que rodea el área verde de la Basílica de Suyapa, se encuentra también Cecilia Martínez de 76 años, en compañía de cuatro nietos y su hija. Desde San Francisco, Choluteca, emprende un viaje en el cual utiliza dos buses de ruta distintos para llegar a la capital. Su devoción y agradecimiento a la Virgen de Suyapa la motiva a realizar el viaje para la celebración de su aniversario año tras año. Hace un año, en un desliz en su casa de habitación, sufrió la quebradura de su cadera, de la cual se sometió a una operación y sobrevivió de milagro.
”Estoy viva gracias a la virgencita, y le vengo a dejar mi ofrenda por curarme, le prendo una velita y le hecho dinero’ dijo en tono conmovedor Doña Cecilia. En estas fechas, viene con el corazón alegre a pagarle su promesa a la virgen por darle esa segunda oportunidad de vida.
Las peregrinos esperan la gran celebración patronal. Desde las 10 de la noche del 2 de febrero comenzara la celebración con misas, cantos, y oficios propios. Un espectáculo total en nombre de la virgen. El 3 de febrero, día oficial de la Virgen de Suyapa, a las nueve de la mañana habrá una solemnidad concelebrada por todos los sacerdotes de la arquidiocesis, dirigida por la presencia del cardenal Oscar Andrés Rodríguez. Durante todo el día, los creyentes podrán asistir a las eucaristías que se llevaran a cabo a cada hora.
La inmensa y extensiva celebración es gracias a todos esos testimonios de fe que aumentan la espiritualidad en nuestro país y mueven al hondureño a continuar siguiendo sus principios y valores, que continúen honrando y celebrándole a la virgen cada año desde su hallazgo hace 272 años, por un niño y humilde labrador en la quebrada del Piligüin.